Producir alimentos y otras materias primas provenientes de vegetales o animales, es una labor encomiable no solo por el esfuerzo que conlleva, sino por el alto riesgo que se corre.
El término riesgo, cuyo origen algunos lo atribuyen a la palabra árabe رزق (rizq = provisión o sustento proveniente de la divinidad), normalmente se le vincula con eventos que causan daño o efectos negativos y si bien esto es correcto, hoy en día existen algunos especialistas que pugnan para que también le sean atribuidos los eventos que traen beneficios o efectos positivos (algo que se conceptualiza como riesgo de bonanza).
Producir alimentos y otras materias primas provenientes de vegetales o animales es una labor encomiable no sólo por el esfuerzo físico y económico que conlleva sino, también, por el alto riesgo que asume quien invierte tiempo y recursos en esta actividad, digo esto con conocimiento de causa ya que mi familia durante varios años se dedicó a la producción de diversos cultivos como sorgo, algodón y frijol en el sur del estado de Tamaulipas en México, hasta que diferentes eventos acumularon daños económicos de tal magnitud, que se perdió el patrimonio que habían construido mis padres con no poco sacrificio.
Y es que la producción agroalimentaria, dado el entorno actual de incertidumbre climática y económica, se ha tornado más similar a un deporte extremo que a una actividad económica, por ejemplo:
Demanda una buena condición física y emocional para su realización
Requiere del dominio de diferentes técnicas, unas más complejas que otras.
Exige una cuidadosa planeación para alcanzar el objetivo definido.
Si bien no es para improvisados, la improvisación debe ser parte del equipamiento.
Se depende de las condiciones meteorológicas todo el tiempo.
La práctica y la formación contínua son claves para el éxito.
Constantemente aparecen nuevos materiales y equipos, saber elegir es fundamental.
Consultores y entrenadores forman parte de tu día a día.
Hay diferentes caminos y formas para llegar a la meta.
Esto por mencionar algunos de entre muchos otros puntos.
Así, derivado de la experiencia vivida, nuestro objetivo en ARADO es brindar la asesoría y consultoría necesaria para evitar que los eventos adversos afecten a los agroempresarios, a sus familias, a sus colaboradores y a los patrimonios de todos ellos en conjunto.
Trabajamos cada día con el objetivo de fortalecer la resiliencia y rentabilidad de los agronegocios, aplicando las diferentes herramientas de nuestra metodología «ARISE».
Para más información envíanos un correo o un mensaje de whatsapp o directamente solicita un diagnóstico «ARISE».
Será un gusto el poder servirte.
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